Más que el desayuno, el almuerzo, la
merienda o la cena, lo que verdaderamente nos pone en riesgo de subir de
peso son los conocidos ataques de apetito que ocurren
entre comidas. Estos deseos de comer porque estamos aburridos, ansiosos,
cansados o simplemente con ganas de degustar algo rico generalmente se
satisfacen con alimentos poco saludables y de alto valor calórico, como
las galletitas azucaradas, las papitas fritas, las facturas o los helados.
¿Hace falta decir, entonces, que debemos aprender a controlarlos antes de reventar como chanchos? Acá les dejo la recopilación de la revista BestHealth con todo lo que
necesitan saber sobre cómo
evitar los ataques de hambre.
Tomá nota...
Come cada 3 horas
Para calmar
el hambre nada más efectivo que...¡comer! Sí, la respuesta es
obvia pero, por supuesto, si queremos mantener o bajar nuestro peso y
cuidar nuestra salud, debemos recurrir a cierto tipo de alimentos, los snacks
saludables. En lugar de comer mucho pocas veces al día, lo
ideal es consumir pequeños snacks cada 3 horas, puesto
que no solo sirven para calmar el hambre sino también para mantener los
niveles de azúcar en sangre controlados, y mantenerte lleno por más
tiempo.
No te prohibas
¿Acaso nunca
has escuchado la frase que dice que lo prohibido siempre atrae más? Las
dietas estrictas no funcionan, pues tarde o temprano llegará un momento
en que se nos dará la oportunidad de consumir un chocolate o un rico
postre y, al complacer el antojo luego de tanto tiempo prohibido, es
común no poder controlarse a partir de entoneces. Darnos un gusto de vez
en cuando está bien, pero sin excederse. Si incorporas
este hábito te será mucho más fácil controlar el apetito.
¡Distráete!
Abrir la heladera en busca de alimentos es una de nuestras actividades favoritas
cuando estamos aburridos o ansiosos. ¿Y sabías que ese es el momento en
que solemos comer más?. Para evitar esta situación distraete 20 minutos
haciendo algo que implique tu cerebro y tus manos, como escribir, leer
un libro, usar la computadora o tocar un instrumento. Si luego de esos 20
minutos ya no tienes apetito, el impulso habrá pasado y ¡habrás
evitado comer bestia!
Consume alimentos naturales
Si
tu apetito se calma con alimentos naturales y nutritivos, como las
frutas y las verduras, todo estará bien. Sin embargo, si tu
apetito se dirige especialmente hacia alimentos procesados azucarados o
salados la situación es opuesta porque, además de ser poco saludables y
hacernos subir de peso, un estudio norteamericano del 2004 ha demostrado
que generan deseos de comer más y más. Y así entrarás en un círculo
vicioso...
Duerme bien
Dormir
profundamente es un consejo que está siempre presente. Debemos
descansar bien cada noche porque, entre otras cosas, la falta de sueño
nos hace sentir fatigados y con poca energía, lo que nos lleva a
consumir alimentos altos en azúcar e hidratos de carbono. Por si fuera
poco, no dormir bien reduce la sensibilidad a la insulina, lo que nos
coloca en riesgo de desarrollar diabetes del tipo 2.
Esperamos que te sirvan estos consejos para calmar los
desenfrenados ataques de hambre.
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