Sumate a la revolución, plantá un Kiri.
En Texas están utilizando un árbol que podría
purificar un suelo infértil y dejarlo listo para ser utilizado en
cualquier tipo de cultivo. Y no sólo eso, sino que este árbol absorbe 10
veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, y
arroja mucho más oxígeno. ¿Qué árbol? El Kiri.
El
árbol Kiri, originario de China, es también conocido como árbol
Emperatriz o Paulownia
tormentosa. Suele crecer entre 10 a 25 metros de
altura, con troncos de entre 7 y 20 decímetros de diámetros. Pero se
caracteriza por sus grandes hojas, que llegan a los 40 centímetros de
ancho.
Es un árbol popular como ornamento,
así se hicieron famosos en Japón, y desde allí entraron en Europa en
1834. Pero lo que lo hace tan distintivo es su supervivencia a diferente
inclemencias. Por ejemplo sobreviven al fuego, ya que pueden regenerar
sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida. También tolera la polución,
y no exige suelos fértiles.
Es por esta razón que se la utiliza
como “planta pionera”, o sea que el kiri es un árbol
que puede proveer un buen abono a una tierra previamente poco fértil.
Sus hojas son ricas en nitrógeno (buen abono) y las raíces previenen la
erosión. Como si fuera poco, crece muy rápido.
Pero lo malo del Kiri es
que cuando tiene que competir con otros árboles más altos que le dan
sombra no prospera.
En Texas ha comenzado un proyecto
llamado Kiri Revolution (La Revolución Kiri) que consiste en
plantar un millón de kiris para así dejar el suelo
purificado y lograr que recupere sus propiedades. El proyecto es llevado
a cabo por Chris Sanders y Brittany Turner que no sólo eligieron al kiri por
sus propiedades fértiles sino porque también absorbe diez veces más dióxido
de carbono que cualquier otro árbol en el mundo, y como si
fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno. O sea
que es ideal para la lucha contra el cambio climático.
Texas
tiene el suelo, el aire y el agua muy contaminada. Por eso Sanders y
Turner eligieron al kiri, que puede prosperar en suelos
y aguas contaminadas, al tiempo que purifica la tierra en la que crece.
Otra
ventaja es que el kiri es el árbol de crecimiento más
rápido del planeta. En apenas ocho años, una semilla de kiri llega
al tamaño de un roble de 40 años. En sólo un año llega
a los cuatro metros y medio de altura.
Como si fuera poco sus hojas pueden
utilizarse para hacer un rico té, y al parecer sus flores, de rico
aroma, atraen a las abejas y generan una miel más rica, eso dicen.
El kiri es
el árbol del futuro, se dice en muchos medios. Pero creo que es el
árbol del presente, ahora mismo lo podemos aprovechar. Pueden ser de
gran ayuda contra el calentamiento global y contra la desertificación.
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