viernes, 9 de marzo de 2012

Acné: Tratamientos y Sugerencias


El acné es una enfermedad inflamatoria de la unidad pilosebácea. Es una de las patologías dermatológicas más frecuentes, ya que afecta casi al 80% de los adolescentes entre los 13 y los 18 años. Representa el 25% de las consultas al dermatólogo y posiblemente este número sea aún mayor en la consulta del pediatra y médico de cabecera. Puede durar muchos años, dejar cicatrices persistentes y provocar efectos adversos importantes en el desarrollo psicológico del adolescente que la sufre. Su etiología es multifactorial y actualmente existen tratamientos muy efectivos para controlar cada uno de los factores patogénicos implicados.
El conocimiento correcto de las bases fisiopatológicas del acné permite efectuar una aproximación terapéutica adecuada que a menudo es definitiva en casos leves o moderados, y permite ayudar de forma correcta los más graves. En este momento, entrados en el siglo XXI resulta inaceptable que un adolescente tenga que oír: “El acné es cosa de la edad, ¡ya se te pasará!”.

 

Patogenia

Se puede definir al acné como a una enfermedad inflamatoria de etiología multifactorial que afecta la unidad pilosebácea con la intervención del Propionibacterium acnes. Su patogenia aún no queda del todo definida por la medicina alopática, pero si está bien definida por otras medicinas como por ejemplo la homeopática, orthomolecular y fitoterapia, el conocimiento de los distintos factores que intervienen en la misma ha permitido desarrollar nuevas medidas terapéuticas específicas.

 

Factores patogénicos

En la patogenia del acné es menester considerar cinco factores básicos:


1. Aumento de la secreción sebácea.
2. Hiperqueratosis ductal con obstrucción del folículo pilosebáceo.
3. Colonización bacteriana por P. acnes.
4. Inflamación secundaria.
5. Alimentación del afectado.
La lesión inicial, el microcomedón, es el resultado de la obstrucción de los folículos sebáceos por un exceso de sebo junto con células epiteliales descamadas procedentes de la pared folicular (hiperqueratosis ductal). Estos dos factores causan lesiones no inflamatorias como los comedones abiertos (puntos negros o barrillos) y los microquistes o comedones cerrados. Una bacteria anaerobia, el P. acnes, prolifera con facilidad en este ambiente y provoca la aparición de mediadores de la inflamación.
Lo primero es que hay un aumento de androgenos (elevados o normales), esto provoca una respuesta exagerada del foliculo pilocebaceo, esto puede dar lugar a dos cosas:

1. Secrecion de Sebo, cuando hay secrecion de sebo se puede producir, Obstrucción del ducto del folículo, Acumulación de sebo con dilatación (lesiones no inflamatorias). Puede haber colinizacion por: Propionibacterium acnes, esto as su vez dara lugar a la activación de los mediadores de la inflamaciónacumulación de linfocitos y polimorfonucleares (lesiones inflamatorias).

2. Descamacion del epitelio folicular y la Hiperqueratosis ductal esto se continua por, obstrucción del ducto del folículo, acumulación de sebo con dilatación, (lesiones no  inflamatorias), luego la colonización por Propionibacterium acnes, para que ocurra la activación de los mediadores de la inflamación, acumulación de linfocitos y PMN (lesiones inflamatorias).

 

Otros factores patogénicos y algunos mitos

Existen algunas evidencias que confirman una cierta predisposición genética en la aparición del acné. Existen también factores raciales ya que, por ejemplo, la raza negra tiene más tendencia a padecerlo. Factores fisiológicos como el ciclo menstrual y el embarazo pueden así mismo influir en su aparición. La incorrecta alimentación. El clima resulta también un factor controvertido: si bien la mayoría de los pacientes mejoran durante el verano, otros pueden empeorar para padecer el llamado acné solaris o aestivalis. El estrés juega también un papel importante, y el uso de cosméticos pueden hacer persistir el acné en pacientes post adolescentes y hacer fracasar cualquier aproximación terapéutica en la que no se tenga en cuenta este factor. En el acné iatrogénico, los corticoides, algunos antidepresivos tricíclicos, fenilhidantoínas y litio, así como los derivados de la vitamina B, pueden estar implicados.

 

Bases para tomar decisiones terapéuticas

La exploración de un paciente con acné es básica a la hora de establecer el tratamiento adecuado. Existen cinco puntos a no olvidar:
1. Tipo de lesión: de predominio inflamatorio o no inflamatorio.
2. Gravedad del cuadro: intensidad-estadio de las lesiones.
3. Extensión: afectación de cara, pecho y/o espalda.
4. Factores asociados.
5. Alimentación.

Tipo de lesión


Resulta fundamental diferenciar las lesiones inflamatorias de las no inflamatorias, así como también definir la lesión predominante.

 

Lesiones no inflamatorias

Entre las lesiones no inflamatorias, los comedones cerrados o microquistes son el elemento más característico, y lo que define al acné. Por el contrario, los comedones abiertos o barrillos no se encuentran siempre ni acostumbran a presentar cambios inflamatorios. Su aspecto es debido a la compactación de células foliculares en el ducto y a la oxidación del sebo y la melanina, no a la suciedad. Es bueno recordar que el diagnóstico diferencial entre el acné auténtico o verdadero y las llamadas reacciones acneiformes se establece porque estas últimas suelen ser monomorfas y no presentan barrillos.

 

Lesiones inflamatorias

Las lesiones inflamatorias incluyen, pápulas, pústulas, nódulos, quistes y posteriormente cicatrices. Estas últimas no siempre van ligadas a una manipulación impulsiva de las lesiones ni tampoco a la gravedad del acné.

 

Estadios de las lesiones

Para valorar el estadio inicial del acné y la posterior evolución del tratamiento instaurado, es muy importante señalar en la historia clínica la gravedad del cuadro estableciendo en cuál de los cinco grados de estadio se encuentran las lesiones, que, de un modo más práctico, se puede simplificar a tres: formas leves, moderadas y graves.

 

Localización y extensión de las lesiones

Casi todos los acnéicos presentan lesiones en la cara, y aproximadamente la mitad las presentan en la espalda y pecho. Solo un 1% de ellos tiene lesiones severas en tronco sin afectación facial.

 

 

Tipos de lesiones en el acné

Lesiones no inflamatorias

* Comedones cerrados (microquistes)
* Comedones abiertos (puntos negros
o barritos)

Lesiones inflamatorias superficiales

* pápulas
* pústulas

Lesiones inflamatorias profundas

* nódulos
* quistes
* máculas

Lesiones residuales

* Hiperpigmentación
* Cicatrices

 

Estadios de las lesiones del acné



Grado 0: pre-acné
Grado 1: comedones y pápulas
(acné comedónico)
Grado 2: pápulas y pústulas superficiales
Grado 3: pústulas profundas y nódulos
Grado 4: nódulos y quistes
(acné nódulo-quístico)

 

Posibilidades terapéuticas


Analizaremos los distintos tipos de tratamientos tópicos y sistémicos utilizados según su acción sobre uno o más de los factores patogénicos de la enfermedad. Tratamientos dirigidos a reducir la descamación de las células epiteliales ductales.
Existen distintas posibilidades:


+ Tretinoína tópica e isotretionína tópica: son derivados del ácido retinoico (ácidotrans-retinoico y 13-cis-retinoico, respectivamente). Disminuyen la descamación y por tanto también el número de comedones y microcomedones. Existen cremas y geles de tretinoína a distintas concentraciones (0’01, 0’025 y 0’05%). Si se empieza a usarlo a concentraciones inferiores, se consigue que el adolescente no abandone este tratamiento por el efecto irritante (beneficioso, pero molesto) que las concentraciones elevadas, usadas de entrada, producirían. Es eficaz para lesiones no inflamatorias, y en general no es necesario asociarlo a antibióticos tópicos. No mancha la ropa y es discretamente fotosensibilizante.


+ Ácido salicílico: en formulación hidroalcohólica del 0’5 al 2%. Es menos efectivo que los anteriores.


+ Nuevos tratamientos: adapaleno (gel al 0’1%, similar a la tretinoína tópica, aunque menos irritante) y tazaroteno (nuevo fármaco escasamente superior a la tretinoína).


+ Estos tratamientos alopáticos son efectivos momentaneamente pero no conducen a una curación real, además de tener variados efectos secundarios. 


Antes de "caer" en la utilización de medicamentos químicos no  muy benéficos, es conveniente enfocar la primera fase de tratamiento sobre la alimentación del paciente, ya que en la mayoría de los casos ahí está el origen de la patología.

En segundo término y posteriormente a la revisión y correción de la dieta, si fuere necesario se recetarán medicamentos homeopáticos con la finalidad de depurar el organismo. Hay una variada cantidad  de medicación homeopática que responde perfectamente a cada caso específico según corresponda; Esta medicación homeopática pude ser complementada con Tinturas Madre (fitoterapia) específicas para depurar la sangre y el higado.

Si con las anteriores medidas, persiste el acné; Como tercer y último paso se procederá a depuración del organismo a través de la tan efectiva Limpieza Hepática, complementada por enemas de café que son excelentes para depurar la sangre de toxinas.
Se observará también si el paciente tiene una carencia de oligoelementos y/o micronutrientes específicos que estén debilitando las normales funciones orgánicas.

 

 

Tratamientos alopáticos dirigidos a evitar la proliferación del P. acnes

P. acnes es sensible a muchos antibióticos in vivo, pero la mayoría de ellos no  pueden llegar a la concentración suficiente en el ambiente rico en lípidos del folículo sebáceo; Además, estos terminan por intoxicar el higado y matar la flora intestinal, con lo cuál concluimos que a mediano plazo empeorarán la patología original.

 

Tratamientos propuestos por la medicina alopática "NO" recomendables por causas diversas:

Pensar y averiguar antes de aplicar.

 


Tratamiento tópico
Tretinoina Isotretinoina
Ácido salicílico
Adapaleno
Tazaroteno
Antibióticos (efecto indirecto)

Tratamiento sistémico
Isotretinoina

Tratamiento tópico 
Peróxido de benzoilo
Eritromicina
Clindamicina
Ácido azelaico

Tratamiento sistémico
Doxiciclina (100 mg/d)
Minociclina (100 mg/d)
Trimetroprim (160 mg/12h)
Eritromicina (500 mg/12h)
Tetraciclina (500mg/12h) 
No a la peligrosa aceptación pasiva
 
Tratamiento sistémico
Isotretinoina
Estrógenos
Antiandrógenos


Tratamiento tópico 
Metronidazol

Tratamiento sistémico
Isotretinoina
Corticoides


- Peróxido de benzoilo: disponible en tres concentraciones (2’5, 5 y 10%). Antiguo pero muy eficaz para el tratamiento tópico de las lesiones inflamatorias, sobretodo si se asocia a un antibiótico tópico como la eritromicina. Puede irritar la piel si se usa de modo inadecuado y decolorea intensamente por contacto la ropa oscura de vestir o de cama.

- Clindamicina tópica, eritromicina tópica o ácido azelaico parecen poseer una eficacia parecida contra el P. acnes, pero menor que la del peróxido de benzoilo.

- Tratamientos antibióticos sistémicos con doxiciclina, minociclina o trimetoprim-sulfametoxazol, los tres son más liposolubles que la eritromicina o la tetraciclina. La dosis (cotrimoxazol) diaria de minociclina o doxiciclina es de 100 mg al día. El tratamiento deberá mantenerse hasta que no aparezcan nuevas lesiones inflamatorias (aproximadamente 4-8 semanas).

 

Peligrosos y controvertidos tratamientos dirigidos a reducir la producción de sebo


- Isotretinoína oral (ácido 13-cis-retinoico): Es un metabolito de la vitamina A capaz de disminuir la producción sebácea de tal manera que, incluso en formas severas de acné de adolescentes, consigue alcanzar remisiones que pueden alcanzar los 2 o 3 años. El tratamiento dura entre 4 o 5 meses a dosis de 0’5 a 1 mg/kg/día por vía oral hasta dosis totales acumuladas de unos 100-120 mg/kg. Resulta el tratamiento de elección cuando existe riesgo de cicatrices, pero tanto la prescripción como el control deberá realizarlo un dermatólogo experimentado.


 


Cuándo y cómo debe tratarse un acné

El tratamiento debe realizarse a partir del momento en que el familiar o el paciente consulten, sin necesidad de esperar la aparición de lesiones graves. Cada tipo de lesión tiene un tratamiento medianamente específico y es menester saber escoger según la clínica el más adecuado en base al tipo de lesión predominante. El tratamiento habitual se dirige a reducir la inflamación y depurar el organismo, evitando así la proliferación del P. acnes
Grano

 

Conceptos esenciales sobre cúando y cómo tratar un acné

  • Tratar desde el inicio.
  • Adecuar el tratamiento no solo a la lesión, sino también tratar la causa fundamental base.
  • Efectuar siempre tratamientos completos y prolongados.
  • Explicar bien la posibilidad de nuevosbrotes durante el proceso depurativo.
  • Dar importancia a lo que se receta.
  • No esperar respuesta antes de 2 meses.

 

Acné comedogénico no inflamatorio

Un acné con barritos en frente  y/o área paranasal, típico del inicio de la pubertad, puede ser tratado de diversas maneras naturales.
Evitar la tretinoína tópica, el ácido salicílico, el adapaleno y el ácido azelaico, así como el ácido glicólico y los antibióticos, ya que todas estas sustancias tienen efectos secundarios que superan ampliamente a la patología propiamente dicha, haciendo inconveniente su utilización.

 

Acné inflamatorio

Acné caracterizado por pápulas y pústulas con menos comedones y sólo en la cara. Se puede iniciar en casos de gravedad solo con un antibiótico tópico (eritromicina) asociado a peróxido de benzoilo. De manera natural, se pueden consumir cápsulas de ajo. El ajo es el antibiótico más potente que nos provee la naturaleza.

En lo posible, evitar tomar Isotretinoina oral. 

Este medicamento se vende vajo receta archivada. 

Contraindicaciones: Isotretinoina está contraindicado en : embarazo, insuficiencia hepática y renal, hipervitaminosis A, pacientes con niveles excesivamente elevados de lípidos en sangre, antecedentes de hipersensibilidad a la isotretinoína.
Advertencia: Se ha informado pancreatitis aguda, conocida por ser potencialmente fatal, asociada algunas veces con elevación de los triglicéridos séricos por encima de 800 mg/dl. Por lo tanto, deberán realizarse todos los intentos para controlar el aumento significativo de los triglicéridos.
Precauciones: La Isotretinoina sólo debe ser prescripta por los médicos que tengan experiencia en el empleo de retinoides sistémicos y conozcan el riesgo de teratogenicidad.
Durante el tratamiento y durante un mes después de haber finalizado el mismo los pacientes tratados con Isotretinoina deben evitar donar sangre a mujeres potencialmente fértiles. Controlar la función hepática antes de comenzar el tratamiento, un mes después y posteriormente con intervalos trimestrales. Convendrá verificar también los lípidos séricos antes de comenzar el tratamiento, un mes después y al finalizar el mismo.
En pacientes tratados con Isotretinoina se han comunicado depresión, síntomas psicóticos y raramente intentos de suicidio y suicidio. Deberá prestarse un cuidado especial a los pacientes con antecedentes de depresión y todos los pacientes deben ser controlados ante la aparición de signos de depresión.
Debido a la posibilidad de que se presenten cambios óseos debe analizarse cuidadosamente en cada paciente la relación riesgo-beneficio.
La Isotretinoina se ha asociado con un número de casos de pseudotumor cerebral (hipertensión intracraneana benigna), algunos de los cuales están involucrados con el uso simultáneo de tetraciclinas. (véas
*ESTAS SON SOLO ALGUNAS DE SUS CONTRAINDICACIONES.






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